Melena del Sur, agosto 28 de 1960
Srta. Lucía González
Santa Clara
Mi novia:
Te saludo en el nombre del Señor deseando que estés bien. Yo estoy bien, gracias a Dios.
Mi amor, ya hacía varios días que estaba esperando carta tuya, la cual no llegaba. Llegué a pensar que hasta la reunión de ungidos no sabría más de ti, porque tampoco yo sabía a qué lugar escribirte. Ya próximo a salir de Isla de Pinos fue que llegó la esperada. Nos sorprendimos al ver la dirección del remitente, pero al leer la carta pude comprender.
Aunque parezca lo contrario, me alegra saber que se van pronto ¿sabes por qué? Porque cuanto antes se vayan, tanto antes regresan, y eso es lo que yo espero, tu regreso. Es la mejor forma de soportar la partida.
Quiero decirte que la campaña de Isla de Pinos fue una bendición. Antes de llegar recibimos ofrendas en el ferry (Clara Luz fue con nosotros), los miembros cooperaron, las gentes compraron El Mensajero, cinco se bautizaron (ya bauticé al primero); regresamos en una goleta gratuitamente. Allí todos te quieren mucho, me preguntaron por ti y desean verte; se disgustaron al saber que ya no vas por ahora.
Lucía, quiero que me mantengas enterado de todo alrededor de tu viaje, pues no quisiera que te fueras sin que yo vaya a despedirte.
Escríbeme a San José. Ahora vamos para Güines, pero tal vez no haya tiempo en una semana para que recibas ésta y me contestes a tiempo.
De mi familia te diré que no he sabido más nada, ni les he escrito, ni he recibido carta de allá. Quiero escribirles ahora para ver que tal andan. Cuando Petra venga me enteraré mejor del asunto. Yo supongo que todos estarán bravísimos conmigo porque no les he
escrito.
Aquí los hermanos te saludan, menos Zósima, que no te manda ni un chícharo, porque no le contestaste. Jorge te está escribiendo.
Dale recuerdos a todos los hermanos en esa, a los juveniles y a los del campamento.
Bueno Lucía, mientras preparas el viaje de ida piensa en el regreso; mientras estés allá, piensa en cuando estés aquí de nuevo, de esta forma no sufrirás mucho la separación.
Dile a Orestes que si no se me olvida le escribiré a México.
Hasta pronto, mi amor. Sabe te quiere tu novio,
P. Ev. Ventura Luis |